Sentirse como un piloto de Fórmula 1, manejar un avión de combate, ser un tripulante de un submarino o viajar al pasado para encontrarse con los dinosaurios que habitaban en la tierra, son algunas de las nuevas experiencias de las que se pueden disfrutar en el museo Eureka Zientzia!. Estas nuevas actividades son posibles gracias a los tres nuevos simuladores que se incorporan a los dos que ya existían en el museo y que ayer se presentaron en una rueda de prensa en el museo donostiarra. Estas nuevas atracciones se podrán disfrutar a partir de este fin de semana y estarán disponibles solo los sábados y domingos, de 11 a 14 horas y de 15 a 19 horas. La entrada para la sala con las nuevas estrellas del museo es diferente a la principal y el precio por montarse va entre los dos y ocho euros. Los responsables de Eureka Zientzia! conocieron este tipo de atracciones en el museo de ciencia de Londres y les pareció una buena idea para «atraer al público joven. Muchas veces, suelen pensar que ya han visitado el museo con el colegio y no lo ven como un sitio donde divertirse», explica Garbiñe Garmendia, directora de Marketing del museo.
Las dimensiones son iguales a las de los bólidos que se ven en las carreras. Se trata de un simulador de Fórmula 1 que traslada al usuario al circuito de Nürburgring, en Alemania. Similar al que utilizan los profesionales del motor, tres pantallas guían en la conducción al usuario. El sonido del coche hace más realista la experiencia e incluso se oyen estruendos cuando el coche choca o se abusa demasiado del motor.
Max Flight es el nombre de uno de los simuladores estrella no apto para los menos atrevidos. Realiza giros de 360 grados y es el único en España. Con diferentes opciones, permite ser piloto de un avión de combate, sobrevolar Londres, montarse en una espectacular montaña rusa o ser parte de la tripulación de un submarino. Algunos de los que lo probaron ayer lanzaban algunos gritos en sus espectaculares giros y salían ligeramente mareados. Además, debido a sus vertiginosos movimientos, hay que medir 1,20 metros para poder montarse.
El conocimiento no está reñido con la diversión, así se demuestra en el tercer simulador, Orion. Con cuatro plazas, es una atracción para toda la familia. Un robot en tres dimensiones guía a los usuarios en un viaje en el tiempo e indica qué hacer en los diferentes escenarios, como en una lluvia de meteoritos. Una nueva dimensión llegó a Eureka Zientzia! para quedarse.
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